Los gatos son animales que poseen una gran inteligencia, entendida como su capacidad de recoger información, asimilarla y aprender. Los gatos aprenden mucho por medio de la observación, la imitación y tienen buena memoria, por lo que pueden recordar lo aprendido y aplicarlo para sobrevivir. En general, habrás observado que los felinos son muy inteligentes, de forma que podemos observar comportamientos muy curiosos en su día a día.

¿Por qué decimos que los gatos son inteligentes?

A través del olor y de la observación pueden detectar qué personas les van a tratar bien y cuáles son non gratas. Del mismo modo, diferenciarán a la perfección conocidos de extraños. Son muy curiosos y el hecho de que se les considere inteligentes por su capacidad de interactuar con los humanos, no quiere decir que sean sumisos y obedientes. En realidad son muy independientes y destacan por su capacidad para sobrevivir y adaptarse.

Podemos diferenciar diferentes tipos de inteligencia en los gatos, en función de sus capacidades. Destacamos la visual-espacial, la corporal (son ágiles y utilizan perfectamente la mecánica de su cuerpo para moverse), y la interpersonal (son capaces de predecir cómo se va a comportar su presa; no en vano, son grandes cazadores).

Generalmente se suele identificar la inteligencia de un gato con la facilidad que éste tiene para interactuar bien con los humanos. De ahí que en ocasiones se señale algunas razas como más “inteligentes” que otras. Por ejemplo, se suele destacar algunas como el Ragdoll o el Scottish Fold, que destacan especialmente por su docilidad. Además de este aspecto, podemos poner en valor otras capacidades de los gatos que relacionamos con su inteligencia como el aprendizaje rápido, la capacidad para seguir órdenes y la sociabilidad.

Cómo entender el comportamiento de nuestro gato

Comprender cómo se comporta nuestra mascota es fácil con un poco de observación y un tiempo de convivencia. También podrás entender el comportamiento de gatos ajenos prestando atención a su lenguaje corporal.

Tenemos que observar su postura, la cola y orejas, así como la forma en la que se mueve. Si tiene la cola alzada y nos saluda frotando su cuerpo contra nosotros, a la vez que nos mira relajado, significa que está contento. Si, por el contrario, se encuentra enfadado, veremos cómo mueve la cola fuerte de un lado a otro y se le eriza el pelo. Si está asustado, veremos que tiene la cola baja y erizada. Por otro lado, cuando se alegre al verte verás que eleva la cola a la vez que se te acerca.

Si observas su rostro, también distinguirás diferentes expresiones que revelan cómo se siente. Se puede mostrar relajado, enfadado, enfurecido, nervioso, etc. Tenemos que prestar atención sobre todo a sus ojos, posición de las orejas y expresión facial en general. Verás que con un poco de práctica, podrás adivinar cómo se siente tu gato y cómo actúa en consecuencia.

Si te interesa saber los secretos del lenguaje corporal en los perros, no te pierdas este contenido en nuestro blog.

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Inteligencia felina: Claves para comprender a los gatos
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Inteligencia felina: Claves para comprender a los gatos
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Los gatos son animales que poseen una gran inteligencia, entendida como su capacidad de recoger información, asimilarla y aprender. Los gatos aprenden mucho por medio de la observación, la imitación y tienen buena memoria, por lo que pueden recordar lo aprendido y aplicarlo para sobrevivir.
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